Actuar o esperar la lluvia

Por Zaira Bergamini

En estas semanas en Bolivia están pasando incendios forestales de magnitud alarmante. Por la sequía y el retraso de las lluvias, los incendios se están propagando en varias áreas del país. De hecho, Bolivia tiene hoy  más focos de calor que el conjunto del territorio brasileño y, en el último informe gubernamental, se reportan más de dos millones de hectáreas quemadas, de las cuales casi medio millón de bosque.  

Impacto de los incendios en la calidad del aire en La Paz

Esto está afectando al aire de ciudades y comunidades cercanas a los incendios. En las últimas semanas de octubre, Santa Cruz se despertó con una calidad del aire afectada y con mala visibilidad. El humo es visible entre los edificios de la ciudad y el aire está contaminado. Esto está afectando a la vida de las y los habitantes de la ciudad y, por esto también, se suspendieron las clases algunos días. El humo llega a la ciudad por los 13 incendios forestales activos en el departamento. La preocupación aumenta especialmente por las niñas y niños, personas ancianas y mujeres embarazadas.  

El calor, la falta de lluvia y los chaqueos son los factores que evitan que los incendios forestales sean controlados en varios departamentos de Bolivia. La situación de emergencia es en toda la región del norte de La Paz. Allí, el fuego se descontroló: invadió la reserva forestal del Parque Nacional del Madidi (uno de los de mayor biodiversidad en flora y fauna, así como en pisos ecológicos, ya que se va desde nieves perpetuas en la cordillera hasta la llanura amazónica) y hay una cantidad incontable de animales silvestres que murieron calcinados. Las y los pobladores de la región, además del humo y cenizas que inhalan, sufren por las altas temperaturas que superaron los 41 grados y la ausencia de lluvias.  

En la ciudad de La Paz también hemos sufrido días de aire irrespirable por los chaqueos en los Yungas, en el norte de la ciudad. Hemos tenido que ponernos barbijos a la salida de la oficina. La ciudad estaba inmersa en una nube parecida a la niebla invernal, la que se levanta cuando sale el sol. Ha durado más de una semana, y no, no era neblina: el problema en la ciudad es que la contaminación se queda en la cuenca donde está construida.  

Ante la sequía, la población sufre una crisis alimentaria

Pero esta no es la única razón por la cual la gente espera que llueva. La sequía que azota al país está golpeando fuerte no solo la economía, sino también la vida de las y los bolivianos. La falta de lluvia está repercutiendo en una menor producción agrícola y esto determina que 7 de los 9 departamentos sufran ya una fuerte sequía. La situación ha puesto en riesgo el acceso al agua y el abastecimiento de alimentos. Sobre todo, en las regiones andinas, donde la producción agrícola se pierde y el ganado muere por esta crisis hídrica agravada por el cambio climático. Como no llueve, las autoridades han racionado el agua, por lo que las personas que viven en algunas comunidades en el campo no pueden regar y en sus casas sólo tienen dos horas de acceso al agua.  

Estas personas no pueden abrir el grifo como aquí en la ciudad, la tienen racionada. Para lavar su ropa, tienen que hacerlo en el río, donde hay otro problema: la contaminación por la minería. Quien cultiva lechuga, papas y otros productos está sufriendo mucho porque, si no llueve, no hay siembra y la papa no florece. Si no riegas el sembrado, aumenta la presencia de plagas, la tierra se seca y ya no hay nada para producir. Más de la mitad de la población de Bolivia sufre actualmente inseguridad alimentaria, principalmente, en las zonas rurales.  

Alianza por la Solidaridad-ActionAid: Actuar para el futuro, acciones concretas frente a la crisis en Bolivia

El cambio climático a través de la sequía, los incendios y la falta de agua para riego hacen más difícil la producción de alimentos en Bolivia, la cual incide en el mercado, con mayores precios y una disminución de la cantidad y calidad de los alimentos que afecta a la seguridad alimentaria. Lamentablemente, esto genera mayor pobreza, y puede aumentar la violencia. Las mujeres y las niñas que viven en la pobreza son mas vulnerables a la explotación sexual, incluida la trata de seres humanos. Por otro lado, aquellas que sufren violencia doméstica o por parte de la pareja tienen menos opciones de escapar de relaciones violentas, debido a su falta de ingresos y recursos.  

Con el objetivo de abordar estas cuestiones, Alianza por la Solidaridad-ActionAid, junto con otras ONG socias bolivianas, lleva a cabo programas para empoderar a las mujeres económicamente y sacarlas de la pobreza, mediante estrategias colaborativas e innovadoras orientadas a la redistribución de poder y recursos, la incidencia política y exigibilidad de derechos y el fortalecimiento de la resiliencia.

Y después de 4 meses, me estoy dando cuenta de que cada una de nosotras, desde nuestras experiencias y conocimientos, podemos aportar de alguna manera para que los objetivos de la institución se cumplan.

Mientras tanto, esperamos la lluvia.