Los embarazos en menores de edad en Bolivia, una problemática societal todavía preocupante

Por Leopold Mollard 

 

Las violaciones de derechos no solamente afectan a las mujeres adultas, sino también a las niñas y adolescentes que incluso presentan mayores riesgos de vulnerabilidad por su dependencia a la familia y a personas mayores de manera general.  

El Ministerio de Salud reporta en 2023 más de 35 000 embarazos en niñas y adolescente entre 10 y 19 años en el país. Eso significa que alrededor de 96 menores de edad se embarazan cada día. De este dato global, 2.119 casos son a menores de 15 años. Aunque el dato es muy alarmante, hay que tomar en cuenta que estos embarazos en menores están disminuyendo año tras año, ya que en 2013 alcanzaron los 90 000 casos (Ministerio de Salud). Muchos casos de violación no son reportados por la presión familiar o por la falta de conocimiento de las instancias de denuncia o la falta de acceso. 

Causas del embarazo infantil y adolescente en Bolivia  

¿Cuáles son las causas de esta problemática? Podemos destacar 3 causas principales, que son: 

  • La violencia sexual (como el estupro o el incesto): la violencia hacia las mujeres de todas las edades es algo normalizado en Bolivia. El año 2023 cuenta hasta noviembre con 74 feminicidios y 30 agresiones sexuales de promedio por día (de los casos denunciados) (Coordinadora de la mujer). Las menores de edad no escapan de esta realidad, varios casos reportados corresponden a violaciones por parte de la pareja o de un familiar cercano. En contextos de descomposición y recomposición familiar, muchas niñas son criadas por un tío o el abuelo y no cuentan con mecanismos de vigilancia, prevención y apoyo de parte de las autoridades e instituciones públicas.  
  • Las relaciones sexuales no protegidas con sus pares: el tema de la educación integral sexual todavía queda por desarrollar en el país, ya que muchos jóvenes no cuentan con las informaciones adecuadas sobre su cuerpo, el ciclo reproductivo y los métodos anticonceptivos. Por falta de conocimiento, falta de acceso o falta de dinero, muchos jóvenes no se protegen y las niñas quedan embarazadas.  
  • La presión social o estrategia de sobrevivencia y gestión de recursos económicos: en ciertas zonas, tener hijos es sinónimo de reconocimiento social dentro de la comunidad, por lo cual las mujeres se ven condicionadas por esta presión social en asumir el papel de ‘’la buena mujer’’ en el punto de vista tradicional. Otro aspecto es la necesidad económica, varias jóvenes padecen de recursos y optan por vender su cuerpo para vivir, lo que ocasiona muchos problemas de salud.  

Los embarazos en menores de edad afectan más a las zonas rurales que cuentan con una pobreza alta, donde las niñas enfrentan situaciones inseguras por contextos familiares violentos.  

La información a los y las jóvenes es clave  

En el marco del proyecto ‘’Fortaleciendo la participación activa de las mujeres para el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva en el sistema público’’, financiado por la Generalitat Valenciana, Alianza por la Solidaridad-ActionAid en Bolivia sensibiliza y capacita a las y los jóvenes en temas de salud sexual y salud reproductiva, apoyando a estos jóvenes en constituirse como brigadistas de la salud para sensibilizar a sus pares en los colegios y también incidir en la generación de nuevas políticas públicas para prevenir los embarazos en menores y mejorar la atención medica en los centros de salud. También se desarrolló una investigación de escala nacional sobre las consecuencias de los embarazos y de los matrimonios en menores de 15 años sobre sus proyectos de vida.  

Para complementar la problemática, participé en la socialización de otro estudio generado por la Asociación Maya Paya Kimsa. Es una organización de base ubicada en El Alto, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las niñas y niños en situación de calle, promoviendo la inclusión social, la igualdad y el respeto de sus derechos. El estudio tenía como objetivos evidenciar los embarazos y las condiciones de maternidad de las mujeres adolescentes en situación de calle en las ciudades de El Alto y La Paz.  

Se confirmó que la mayoría de estas jóvenes en situación de calle han vivido situaciones de violencia, incluso violencia sexual. Las principales causas de embarazo en las mujeres menores son al 37% por el consumo de alcohol, al 24% por violación, al 20% por deseo de experimentación, y al 12% para formar un hogar joven. No se sabe exactamente cuantas jóvenes están viviendo en la calle, pero se puede determinar los factores que las han llevado en salir a la calle. El principal factor es la violencia en los hogares que vivían, especialmente la violencia sexual por un familiar. Una vez en la calle, los jóvenes tienen una vida desordenada, en total libertad, pero siendo muy vulnerables a la inseguridad. Varias mujeres entrevistadas en el estudio llegaron en la calle antes de los 12 años, e iniciaron su sexualidad a los 11-13 años.  

Acceso a servicios de salud sexual y reproductiva  

Como ya ha sido mencionado, los embarazos tempranos que han vivido son causados por violencia sexual, violencia sexual comercial como estrategia de sobrevivencia, y relaciones no protegidas entre pares en situación de calle. Estas menores, por vivir en la calle, tienen otra dificultad para el acceso a los centros de salud, conseguir información en salud sexual y reproductiva, tener atención médica y seguimiento durante el embarazo. Las mujeres reportan haber vivido discriminación y desvalorización por parte del cuerpo medical, con una falta de atención especializada, por lo cual se orientaban hacia la medicina tradicional y lugares clandestinos para abortar. Una vez madres, estas menores viven en una precariedad económica en la calle, crían a su bebe en el ambiente callejero gracias muchas veces al apoyo de redes de mujeres viviendo en la calle. Con estas dificultades económicas, les cuesta alimentar al bebe de manera saludable. Por fin, padecen también de pocas habilidades parentales, no saben cómo criar.  

Los embarazos en menores siguen siendo una problemática muy alarmante en Bolivia. El estado necesita apropiarse del tema y llevar adelante una serie de medidas y políticas públicas para prevenir estos embarazos, brindar información a las y los jóvenes en salud sexual y reproductiva y también a los padres, mejorar la atención especializada en los centros de salud con la formación del personal, implementar medidas de protección de las niñas y generar bases de datos fiables para poder adaptar estas medidas.  

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