Entre manglares y conflictos  

Por Cecilia Ragone

 

La experiencia de salir en misión dentro del marco del voluntariado es una de las oportunidades más enriquecedoras que podemos tener como voluntarias y voluntarios. ¿Pero, qué implica realmente ir en misión? Significa sumergirnos en lo desconocido, investigar, dejarnos sorprender y enfrentar desafíos. Implica alejarnos de la comodidad de nuestras oficinas habituales y sumergirnos en días complejos. Pero, a pesar de las dificultades que puedan surgir en viajes tan exigentes, significa sobre todo descubrir la riqueza de un territorio, maravillarnos ante la belleza de lugares remotos y conocer una diversidad natural y cultural incomparable. 

Nunca olvidaré mis días en la subregión Sanquianga, su sufrimiento, su belleza y su capacidad para sorprender. El viaje hacia esta zona comienza al amanecer, partiendo desde el muelle para embarcarnos a un viaje de cuatro horas en lancha, donde las condiciones climáticas y las mareas pueden hacerlo más o menos placentero. En mi caso, la lluvia no nos dio tregua en ninguno de mis viajes a esta maravillosa subregión, lo que hizo el trayecto aún más desafiante. 

Sin embargo, la naturaleza que nos aguardaba al llegar justifica cualquier cansancio o incomodidad. Los manglares, los árboles de diferentes especies, los ríos y los maravillosos colores nos dieron la bienvenida a su territorio. Este ecosistema rico en biodiversidad me dejó sin palabras y me hizo desear adentrarme en cada uno de los canales que se ramificaban, creando laberintos de manglares y tonalidades naturales únicas.   

Dolorosamente, este paraíso pronto da espacio a la evidente precariedad de las comunidades que habitan la zona. Las poblaciones afro e indígenas viven los diferentes municipios con sus propias tradiciones ancestrales, enfrentando la dura realidad de la violencia y la falta de recursos. La existencia de cultivos ilícitos, grupos armados ilegales y una violencia generalizada, especialmente dirigida hacia las poblaciones más vulnerables, ha tenido un impacto dramático en las condiciones de seguridad de la región, generando una crisis humanitaria que ha forzado a millones de personas a desplazarse en los últimos años. 

Derecho a los servicios más básicos  

El contexto ambiental, social y político de esta región es extremadamente difícil, y las consecuencias afectan los derechos humanos de las comunidades de manera constante. Una de las problemáticas más evidentes es el acceso al agua. A pesar de estar rodeados de fuentes de agua, la calidad y disponibilidad de agua potable representan una problemática grave debido a la contaminación y la variabilidad climática. Este tema, sobre el cual Alianza-ActionAid está desarrollando un proyecto financiado por UNICEF, genera preocupación y se suma a otros obstáculos que dificultan el acceso a servicios básicos y el pleno goce de los derechos humanos. 

Las emociones que este territorio despierta son muy complejas de resumir en un artículo; ver tanta belleza y complejidad en un mismo lugar ha sido tanto interesante como desafiante. La contradicción entre la belleza natural y la cruda realidad que las comunidades viven, nos invita a reflexionar sobre la urgencia de encontrar soluciones que protejan y aseguran los derechos de estas poblaciones.  

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *