La belleza desde Senegal

Por Elena Peña

La belleza, para cada persona puede ser diferente. Para mí, en Senegal está muy relacionada con la diversidad…

Diversidad gracias a sus pueblos Diola, Mandinga, Peul, Serer… en mi ya más que querida región de Casamance, con sus gentes, sus paisajes, sus campos de arroz, sus pequeños pueblos… como mi rinconcito de Senegal, entre grandes canales y manglares llamado Cachouanne, aldea con tradiciones diola, que se llevó toda mi atención desde el primer momento de conocernos.

Aquí, cada vez que lo visito, me relajo como solo lo consigo en mi pueblo natal de Burgos, mi primer pequeño rincón de la España vaciada. Son lugares que tienen ese algo especial, que te hacen volver.

Relajarse, desconectar, no pensar por momentos, aprender a disfrutar… disfrutar de hacer mucho y nada. Disfrutar de lo que ves, sientes, percibes, de lo que la tierra te ofrece. De sus danzas y sonidos, de sus tradiciones, pero sobre de sus gentes, su hospitalidad y de su forma de enfrentarse a la vida, mientras a veces me pregunto… y yo, ¿a qué me dedico, en qué gasto el tiempo de mi vida?

Y creo que cada día tengo la respuesta más clara, me dedico a trabajar aprendiendo a DISFRUTAR DEL TIEMPO, persiguiendo las diferentes bellezas, entendidas como esos detalles que me hacen ser feliz.