La unión hace la fuerza entre las mujeres colombianas
Elisa Navarro Sanchéz
Que más de 300 mujeres se reúnan en un evento para luchar contra la violencia de género en el municipio colombiano de Buenos Aires no es fortuito, forma parte del trabajo que la Asociación Municipal de Mujeres (ASOM) realiza desde hace más 20 años en el territorio con el apoyo humano, logístico y económico de Alianza por la Solidaridad.
Personalmente tuve la fortuna de alzar mi voz por esta causa gracias al programa EU Aid Volunteers con el que estoy en Colombia desde hace un par de semanas.
Un grito a la igualdad y a la necesidad de reafirmar la identidad de la mujer afrodescendiente en una tierra donde las desigualdades por ser mujeres –mujeres negras- suponen todavía un abismo.
Sin embargo, el norte del Cauca es ya una zona donde la voz de las mujeres triunfa como un potente himno de igualdad. Una zona donde se han logrado, a lo largo de tantos años de trabajo, grandes conquistas. El evento celebrado el pasado 23 de noviembre en Buenos Aires, con la rotunda capacidad de convocatoria por parte de ASOM, es una prueba de ello. Una jornada que conmemoraba el Día Internacional contra la Eliminación de la Violencia de la Mujer (#25N) a través de la campaña “Si la Participación de las mujeres negras quieres lograr, ¿Qué obstáculos nos ayudarás a derribar?”
No deja de ser conmovedor escuchar el grito de 300 mujeres al unísono –acompañadas en algunos casos por sus maridos- cantando: “Vamos pueblo, carajo. El pueblo no se rinde, carajo. Por nuestras mujeres, carajo”, en un cántico en el que se añadieron también los derechos, el territorio o la identidad. Unas mujeres “presentes, alertas y pendientes” que evidencian una vez más el lema principal de ASOM que reza “Ninguna de nosotras es tan fuerte como todas juntas”.
Un claro llamamiento a la igualdad, a la NO Violencia en un proceso en el que, aunque se han conseguido muchos logros, sigue todavía en construcción. Por eso es vital la necesidad de luchar para proteger vidas, conservar territorios, reconstruir los valores comunitarios y recuperar prácticas ancestrales para reafirmar la identidad de las mujeres afrodescendientes e indígenas.
Una jornada de reflexión que contó con la participación y el apoyo de organizaciones e instituciones implicadas con la causa como Alianza por la Solidaridad, el movimiento Nacional de Mujeres Afrodescendientes, el Proceso Nacional de Comunidades negras (PCN), la Asociación del Consejo Comunitario del Norte del Cauca (ACONC) o la líder caucana, Francia Márquez, ganadora del premio ambiental Goldman, que instó a las mujeres a luchar para conseguir grandes victorias repasando su pasado personal lleno de baches e inseguridades, lleno de prejuicios y de reproches por su condición de mujer negra.
El de Francia Márquez es un ejemplo de superación que la sitúa hoy como una defensora indiscutible de los derechos de la mujer no solo a nivel nacional sino también internacional. Sin embargo Márquez es solo una magnificación de lo que cada una de estas 300 mujeres, en sus casas y a su manera, combate por conseguir: ser reconocidas y respetadas como seres humanos lejos de la discriminación y la violencia.
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