A un mundo diferente 

Por Andres Fitch

 

No sabía que esperar antes de venir. Siendo mi primer trabajo en oficina y mi primera vez en Sudamérica, todo iba a ser una nueva experiencia para mí. Después de un vuelo de unas 13 horas, por fin aterrice en La Paz, en el aeropuerto de El Alto. Ya bajando al centro por primera vez, me impresionaban las vistas de la ciudad desde arriba: una metrópolis que se extiende por todo el valle, con una mezcla de casas de ladrillos rojos y rascacielos.  

Orgullosas de Bogotá 

Una ciudad de contraste: de altitud, color, comida, de edificios muy básicos a lado de los famosos “cholets”, es impresionante. Las diferencias entre los barrios del centro y bajando la ciudad a la zona sur, el contraste se ve en todos lados. Paseando por la zona Sopocachi en donde vivo, con sus murales, parques y subidas, contrasta drásticamente con la acción y ruido del centro. Saliendo los sábados o domingos te encuentras con mercados sin fin, de fruta, carne, comida casera, ropa, de todo lo que puedes imaginar. Al principio me costaba acostumbrarme a todo el ruido, acción y tráfico de La Paz, viniendo de un pueblo tranquilo de Sevilla, pero ahora ya estoy contento formando parte de toda la vibrante actividad de la ciudad.

Siempre está pasando algo en la ciudad, de batallas de rap y bailarinas en la plaza principal, hasta desfiles navideños; cada día está lleno de actividades.  

Yo soy muy de probar todo lo que hay, y la comida aquí realmente me ha sorprendido: basado en muchos guisos, con patatas y choclo (maíz) de base, es muy diferente a lo que estoy acostumbrado. Las salteñas, anticuchos, cuñapés, todo hasta ahora me ha encantado. En mi tiempo viviendo en La Paz, he tratado de hacer actividades muy locales. Un ejemplo es de tomar api con pastel de queso o buñuelos por la tarde, que es tan común que muchos lugares ponen películas para entretener a sus clientes. ¡Así, eliges el sitio por la película! Las personas a primera vista parecen cerradas, pero cuando les empiezas a hablar, ves que son amables y habladoras, y son muy orgullosas de su ciudad y de su país.  

Comunicando los derechos de las mujeres  

Agradezco mucho formar parte del equipo de Alianza por la Solidaridad-ActionAid aquí en La Paz, ya que el trabajo que hacen es especialmente importante en Bolivia. Se trabaja en proyectos relacionados con los derechos de las mujeres, como por ejemplo el tema del acoso y violencia política, ya voy contextualizando más y aprendiendo cómo funciona el sector no gubernamental. También, dentro del área de comunicación, estoy aprendiendo todos los aspectos de redes sociales, materiales impresos e incluso como utilizar una cámara. Del diseño de materiales, hasta escribir términos de referencia para consultorías, estoy muy contento de poder hacer actividades muy variadas todos los días. 

En conclusión, mi viaje a La Paz está siendo una experiencia enriquecedora que va más allá de las expectativas laborales. Ha sido un encuentro con una ciudad llena de contrastes, colores, sabores. En este mundo diferente, he encontrado no solo un lugar de trabajo, sino un hogar temporal lleno de descubrimientos y aprendizajes invaluables. 

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