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La radio, el “teléfono” del río San Juan en Colombia

Marta Trejo Luzón

Salir de misión a las comunidades de la vereda del río San Juan implica olvidarse de la cobertura durante unos días. “Qué relajante”, pensarán algunos… Pero en un contexto como el Pacífico colombiano la falta de cobertura es una lacra que expone tanto a las propias comunidades como a los cooperantes y personas que transitan el lugar.

Como voluntaria de comunicación en Alianza Por la Solidaridad estoy teniendo la oportunidad de visitar todos los proyectos de la oficina regional de Buenaventura. Y el que más me ha sorprendido hasta ahora es el de Chimia Stereo…

Cuando mi coordinadora regional me pidió que investigara un poco sobre ACIVA (organización que representa a los cabildos indígenas del Valle del Cauca) y crease medidas para mejorar su comunicación me puse manos a la obra. No encontré mucha información, pero tenían una web bien montada (actualmente ha caducado su dominio y tendremos que trabajar en su renovación para que puedan echarle un vistazo).

Realicé un diagnóstico en la oficina y me fui a visitar a Fernando, la persona que dirige las comunicaciones de ACIVA. Me recibió en el estudio de Chimia Stereo, en un barrio cercano al de la oficina. Es el primer sitio que conozco en Buenaventura que tiene aire acondicionado, ¡casi me constipo!

Fernando pertenece al pueblo indígena de Juancito Bajo Naya llamada Eperana Siapidara, mientras me explicaba entre micros que cada pueblo tiene su propia lengua y no suelen entenderse entre ellos le llamaron por teléfono. Se interrumpió la conversación por un instante, tomó nota, colgó y se levantó de la silla.

Tranquilamente se acercó a Rubén, que estaba a los mandos del sonido y le transmitió el mensaje que le acababan de dar: “Por favor, comunica que el abuelo de la familia de Leonardo en Chachajo va a llegar mañana por la mañana, que le tengan en cuenta para comer”.

Una bombilla se encendió en mi cerebro. Entendí todo el sentido de la radio en un microsegundo y me quedé fascinada. Soy una gran consumidora de radio y hacia muchísimo que no escuchaba ni conocía a nadie que se comunicase a través de ella. Desde que la tecnología entró en nuestras vidas es una técnica que se ha perdido.

Sorprendido de mis preguntas, Fernando me explica que cada vez menos familias utilizan esta manera de comunicarse, pero que sigue activa. “Sobre todo de cara a desplazamientos de población por actores armados, es muy útil para que se informen de que están bien, mal… O para buscar a los desaparecidos…”

Resulta que cuando alguien se pone enfermo, fallece, se gradúa, celebra un evento, vende una lancha, y un infinito etcétera, se informa por Chimia Stereo para que todas las personas estén al tanto. ¡Y funciona!

De repente la radio tiene más importancia que nunca. Esta perspectiva me hace replantear el proyecto que tenía en mente. La idea va a ser impulsar las comunicaciones de ACIVA todo lo posible para que las transmisiones de Chimia Stereo no se pierdan.

Porque, aunque llegue la tecnología más puntera del siglo XXI, en San Juan no hay cobertura y los aparatos se convierten en pisapapeles. A día de hoy muchas comunidades indígenas (y también comunidades afro) están pendientes de la radio por si llegan mensajes importantes para su comunidad. Y es algo que no se pueden permitir perder.

Marta Trejo durante la Minga Pacífica en Buenaventura, diciembre 2019.

Ser voluntaria europea en Buenaventura

Después de dos meses he empezado a clasificar mentalmente lo que al principio era un caos de actividades, réplicas, fuentes de verificación y talleres que no tenía muy claro dónde ni cómo ubicar.

Para ponerles en situación: en la regional de Buenaventura de Alianza por la Solidaridad actualmente hay siete proyectos activos: ACNUR, FAO, Ayuntamiento de Madrid, COSUDE, ECHO, AECID y Hoja de Ruta. Cada proyecto tiene su historia y todos necesitan de una persona experta en comunicación para cumplir los requisitos de visibilidad y transparencia.

¡Y ahí es donde entramos las voluntarias europeas! Actualmente el equipo de está formado por mujeres: dos italianas y yo, española. Nos coordinamos a través de nuestro responsable Diego que nos hace seguimiento y monitoreo desde Bogotá.

El equipo está trabajando para implantar un plan de comunicación estatal a tres años vista. Es un trabajo impresionante y la experiencia que estoy adquiriendo es muy valiosa de cara a mi futuro.

Muchos me preguntan acerca del contexto colombiano, cómo está la situación a nivel de peligrosidad. A parte de mi abuela, muchas buscan los datos morbosos para intentar entender lo horrible de la situación humanitaria.

Yo todavía llevo poco tiempo como para encontrar las palabras exactas, no me siento capaz de explicarlo… Por ello os recomiendo una canción que puede ayudarnos a entender mejor: “Coca por coco”, del grupo Herencia de Timbiquí.

Mientras esto suena piensen que, desde la Unión Europea, junto a todos los colombianos, se sigue trabajando por cumplir los Acuerdos de Paz y acabar con un conflicto armado que lleva vigente casi un siglo.

Se pusieron a talar todo el bosque para un producto nuevo sembrar, se olvidaron de plantar papachina, chontaduro y yuca… Y como consecuencia de estos malos cambios en nuestro paraíso se acabó la paz”.

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