Sensing Colombia´s biodiversity in the Nambi reserve
A hike through the Natural Reserve Rio Ñambí in southwestern Colombia is an experience for all senses: you can see the incredible colorful flora and fauna, listen to the singing of the birds, feel the fresh, wet air of the trees and plants and taste their fruits (of cause, the eatable ones) until you reach the cabin of the reserve situated in the midst of a primary forests. During the day you can refresh yourself in the incredible clean water of the Ñambi river and at night you can observe the nocturnal plants and animals, such as the fluorescent fungus.
The reserve was founded and is run by the Fundación Ecológica Los Colibries de Altaquer (FELCA), which was founded in 1991 by a group of students and professors, among them today´s director Maurizio our incredible and knowing guide. Step by step FELCA was able to increase the size of the reserve, which today has an extension of approximately 1.400 ha and is surrounded by 12 to 15 thousand hectares of protected forest, many of which is not accessible. With the main objective to protect this rich diversity of flora and fauna and raise awareness among the population, the team (today 23 people) has been conducting conservation, investigation and environmental education activities for more than 20 years.
And if you want to learn more: http://www.felca-colombia.org/htm/rnrniambi.htm
Sintiendo la biodiversidad colombiana en la Reserva del Río Ñambí
Una ruta por la Reserva Natural del río Ñambí en el suroccidente de Colombia es una experiencia para todos los sentidos: puedes ver la increíble y colorida flora y fauna, escuchar los cantos de los pájaros, sentir el fresco y húmedo aire de las plantas y árboles y probar sus frutos (siempre que sean comestibles claro), hasta llegar a la cabaña de la reserva situada en medio de un bosque primario. Durante el día, puedes refrescarte en las limpísimas aguas del río Ñambí y por la noche se pueden observar plantas y animales nocturnos, así como hongos fluorescentes.
Colombia es uno de los países con más biodiversidad del mundo y la Reserva del Ñambí presenta una extraordinaria biodiversidad de especies de animales y plantas, muchas de las cuales están en peligro de extinción. Es una de las regiones del mundo con mayor número de especies endémicas lo cual se demuestra con el hecho de que varias especies que todavía no eran conocidas ni clasificadas por la ciencia, fueron descubiertas a lo largo de estos últimos años aquí. La reserva es especialmente conocida por la gran cantidad de especies de pájaros. De las 9.600 especies que existen hoy en el mundo, se encuentran 1.800 en Colombia y entre ellas 354 en la Reserva del río Ñambí. El área además cuenta con la más compleja y diversa comunidad de colibrís de la Tierra (31 especies). Además, se pueden encontrar una gran cantidad de insectos (entre las cuales destacan las mariposas) y animales grandes como el oso de anteojos, el tigrillo y el jaguar.
La reserva fue fundada y es dirigida por la Fundación Ecológica Los Colibríes de Altaquer (FELCA), que fue creada por un grupo de estudiantes y profesores entre los cuales está el actual director, Mauricio, nuestro increíble y conocido guía. Paso a paso, FELCA pudo ir aumentando el área de la Reserva, hasta llegar hoy en día a 1.400 Ha que están rodeados de entre 12 y 15 mil de hectáreas de bosques protegidos, muchos de los cuales nos son accesibles. Con el objetivo de proteger esta rica biodiversidad de fauna y flora y concienciar a la población, el equipo (actualmente 23 personas) ha estado dirigiendo la conservación, investigación y actividades de educación ambiental durante más de 20 años. Muchos indígenas y agricultores de la región se han involucrado en el proyecto de distintas formas. Algunos han sido entrenados como guías, están trabajando en la casa de la Reserva, cultivando la comida cocinada en la casa o produciendo artesanía u otros productos que se venden a los turistas. Los próximos proyectos en marcha incluyen cursos de educación medioambiental con niños de la zona, formaciones con agricultores sobre cómo aprovechar el suelo de una manera productiva y sostenible, instalación de placas solares en la actual casa y la construcción de otra casa situada más en el interior de la Reserva– a un día de camino desde el acceso de la carretera principal. Los proyectos son financiados por las tarifas de entrada a la Reserva, la venta de camisetas y otros productos, donaciones así como puntuales apoyos internacionales. Sin embargo, el conflicto interno Colombiano también afecta el trabajo y la actividad de la fundación: la continua situación de tensión en la región mantiene a los turistas alejados y en algunas zonas ha aumentado la deforestación con las consecuencias negativas que ello implica.
En resumen, pasar un día y una noche en la Reserva es una intensa y muy instructiva experiencia (sobre todo gracias a nuestro guía). Así, nostros aprendimos entre otras cosas, que los colibrís solo ven colores brillantes, por lo que las flores de las que se alimentan suelen ser de color rojo brillante. Si no es así, las hojas de los árboles tiene una parte de color rojo intenso para atraer a los colibrís y una vez que estén cerca puedan oler la presencia de la flor de la que se alimentaran y a la que polinizarán. También aprendimos que hay un árbol (la chonta, árbol sagrado para los indígenas Awa), que se desplazan a lo largo de su vida hasta 80 cm. Esto es debido a que sus raíces, que son externas, crecen alternativamente en función de cuál sea la mejor posición en el espacio cercano en el que se encuentra. Pero especialmente sorprendente es la increíble cantidad de pájaros, insectos y reptiles tan coloridos como nunca hubiéramos imaginado – pero mírelo y compruébelo usted mismo.
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