Sociedad civil y juventud, motores de cambio  

Por Melinda Sharon Asrir Menchero  

Mi llegada a Mauritania, con el programa europeo de voluntariado humanitario, ha coincidido justamente con el regreso de Alianza a la región de Dakhlet Nouadhibou y el lanzamiento del programa Graine de Citoyenneté (semilla de ciudadanía).  En el pasado, Alianza ya había trabajado en esta región del norte del país, debido a la siempre estrecha relación que ha existido a la hora de hacer accesibles los derechos de la población de este territorio. Después de unos años, la organización ha vuelto a esta zona para trabajar e impulsar a la sociedad civil y la juventud mauritana. 

¿Qué es Graine de Citoyenneté?  

Graine de Citoyenneté es un programa global multiactor y de gobernanza compartida y descentralizada, dirigido por una comunidad de agentes mauritanos y europeos con el objetivo de fortalecer las capacidades individuales y colectivas de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) mauritanas que trabajan en beneficio de la juventud, así como apoyar y consolidar el diálogo entre la sociedad civil y las autoridades públicas. También este programa pretende apoyar el desarrollo de las OSC que trabajan en Mauritania a nivel técnico y financiero. 

Está financiado principalmente con fondos de la Delegación de la Unión Europea (DUE) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) e implementado en diferentes regiones a través de un consorcio de ONGs, entre las cuales Alianza será la organización encargada de la ejecución del programa en la región de Dakhlet Nouadhibou.   

Misión Nouadhibou  

Para presentar esta iniciativa, una parte del equipo de Alianza se desplazó hasta la ciudad de Nouadhibou, donde después de unas intensas semanas de trabajo en el terreno, por fin pudimos dar a conocer el programa ante los cientos de personas que acudieron para informarse y participar.  

Para ello, se organizaron dos eventos durante dos días, el lanzamiento del programa y la jornada de puertas abiertas, todo bajo el lema “l’engagement citoyen de la jeunesse” (compromiso cívico de la juventud).  

En el primero, el del lanzamiento, asistieron personalidades públicas y actores de la vida asociativa, y se presentó el programa y su funcionamiento. El segundo, se dividió en dos partes, por la mañana disfrutamos de un encuentro en la oficina de Alianza entre el equipo y las personas de las organizaciones con involucración directa de la juventud de la región. Se realizó un intercambio fluido y cercano en el que, por un lado, pudieron conocer dónde nos encontramos y, por otro, expresarnos su opinión y perspectiva de en qué puntos había que hacer cambios y cómo se podía materializar esto a través del programa. Posteriormente, en la tarde, asistimos a un espacio en el que se realizó una exposición de productos agrícolas y artesanales por parte de varias cooperativas de mujeres, y después tuvieron lugar un conjunto de actividades artísticas y culturales llevadas a cabo por jóvenes. 

Sensaciones  

Pudimos ver, con esta iniciativa, un interés real por el cambio, con espacios para el intercambio, conociendo de cerca la dinámica de la región y de su ciudadanía y, por supuesto, ver a la juventud con ganas de luchar por sus derechos.  

Esta primera misión fuera de Nouakchot, la capital y donde Alianza tiene su sede en el país, fue mi primera toma de contacto con la realidad en acción. Me permitió descubrir una ciudad diferente, un clima inesperado, fresco, viniendo de una zona en la que el calor del desierto acecha todos los días. Y aunque no hubo mucho tiempo para el disfrute, tuve oportunidad de conocer a gente generosa y acogedora dispuesta a hacerte sentir parte de esta ciudad.